domingo, 25 de abril de 2010

Camino de Vitoria



Tras dormir únicamente tres horas y medias, a las siete y media nos despertamos y fuimos a desayunar. Tuvimos que colocar nuestras maletas en las respectivas guaguas que nos llevaría a los distintos destinos (Chamartín, Atocha, aeropuerto de Barajas etc..) y dirigirnos a Atocha donde cogeríamos el metro hasta Gran Vía. La "marea naranja" empezaba a llamar la atención en la capital del país: 120 personas por la Ronda de Atocha vestidas de naranja, cantando nuestros "himnos". La gente nos miraba asombrados y en ocasiones hasta se unían a nuestros cantos. La llegada al metro fue caótica pero muy divertida. Cada vez que pasaba un metro hacíamos la "ola" y los pasajeros se nos quedaban mirando (no entendían como en plena hora punta de un martes habían ciento veinte personas de naranja llamando la atención).



Al llegar a Gran Vía, nos dieron globos y bajamos por la calle Montera hasta llegar a Sol, nos dirigíamos al Palacio Presidencial de la Comunidad de Madrid, donde tendríamos un acto con Esperanza Aguirre.
Durante el camino, ni la "fiesta" ni el ritmo paraban. Íbamos regalándolos a los viandantes y sacándoles una sonrisa. No creo que todos los días un "tranquilo" paseante de Madrid viera en masa a 120 "naranjitas".



En el encuentro con Esperanza Aguirre, se habló de la importancia del turismo en Canarias y en Madrid. También destacó nuestra labor como voluntarios y le parecía una campaña innovadora y única para atraer al turista. Le sorprendió la inmediatez en la que se iba a llevar a cabo nuestra misión, por tiempo y distancia. Por último,se acercó a algunos embajadores e intercambió unas palabras con ellos preguntándoles de que isla eran y demás.
¡Incluso se atrevió a cantar canciones canarias! http://www.youtube.com/watch?v=Oq0a0sDe63g


Alrededor de las doce del medio día, todos los embajadores nos fuimos a la estación del medio de transporte que debíamos coger para ir a nuestra ciudad. En el caso de mi compañera Regina y yo, nos tocaba coger el tren en la estación de Chamartín hasta Vitoria-Gasteiz. Como es normal en Madrid y es una ciudad que se suele caracterizar por eso, hay demasiado tráfico de coches. Nuestro tren salí a las 13:13, y tardamos de trayecto desde Sol hasta Chamartín casi 45 minutos. Regina y yo estábamos "cardiacas" y pensábamos que lo íbamos a perder y tendríamos que coger el siguiente, que ni sabíamos a que hora era. Llegamos justos a la estación: a las 13:05. El corto camino desde donde nos dejó la guagua hasta el tren fuimos corriendo ( ese momento me recordó al programa Pekín Express, cuando los concursantes corrían por llegar los primeros a la meta). Cuando pisamos el tren ya eramos felices, aunque todavía nos quedaba por delante seis eternas horas hasta llegar a Vitoria. De hecho nos hizo un recorrido turístico por todo el centro-norte de la península: Palencia, Burgos, Valladolid etc.. Durante todo este tiempo, Regina y yo empezamos a conocernos un poco más y a planear todo el día siguiente.

A las siete, llegamos (¡por fin!) a Vitoria. Llegamos al hotel, recogimos y colocamos todo el material y subimos a la habitación a descansar. Por la noche salimos a conocer el centro de Vitoria y de pintxos.








1 comentarios:

Carlos Fernández Gómez dijo...

Me has dejado alucinado! :O

Sigue defendiendo la tierra más bonita del mundo, la tuya canaria :)

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